Ciudad Universitaria

Inauguran la Plaza de la Memoria con un homenaje a los integrantes de la CONADEP Córdoba

 

Plaza de la MemoriaEl miércoles 7 de mayo a las 17 horas se realizará en el Auditorio del Pabellón CEPIA (Av. Medina Allende s/n, Ciudad Universitaria), un acto homenaje a los integrantes de la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas  (CONADEP) de la ciudad de Córdoba. El mismo está organizado por el Programa de Derechos Humanos, la Subsecretaría de Cultura de la Secretaría de Extensión Universitaria y la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad Nacional de Córdoba.
Durante el acto estará presente la rectora de la UNC, Carolina Scotto, junto a otras autoridades universitarias, quienes entregarán una distinción a los miembros de la C0NADEP Córdoba, en reconocimiento a la defensa de los Derechos Humanos durante la última dictadura militar.
Asimismo, el Área de Producción Audiovisual (coordinada por Sergio Schmucler) de la Subsecretaría de Cultura, participará en este homenaje a través de la producción de un video documental de 30 minutos donde se repasa el trabajo realizado por la CONADEP.

Ganadores del concurso de ideas
Al finalizar la proyección, se entregarán los certificados a los ganadores del Concurso de Ideas “Plaza de la Memoria, la Verdad y la Justicia”, organizado por la UNC. El jurado -conformado por Rodolfo Martínez Paz (representante de la Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Diseño); Miguel Ángel Rodríguez (Escuela de Artes); Leonardo Bustamante (representante de Graduados) y Ludmila Catela (Comisión de la Memoria)- seleccionó en 2006 la propuesta de Matías Cismondi Duarte y Cecilia Nazareno, estudiantes de Arquitectura y de la Licenciatura en Pintura, respectivamente. Ellos obtuvieron el  primer premio en el certamen y su proyecto se convirtió en la nueva plaza ubicada en el espacio que separa el CEPIA del pabellón Residencial, en la Ciudad Universitaria. El tribunal también distinguió, entre las 21 propuestas presentadas, la de Carlos Abdala, Lucía Martínez, Marianela Peretti, Sofía Rametta y Ángeles Renna (primera mención) y el proyecto de Marisa Almada, Cecilia Becerra y Jorgelina Bonatti (segunda mención).
Luego de la entrega de certificados, se invitará al público presente a recorrer la “Plaza de la Memoria, la Verdad y la Justicia”, acompañados por la música del Ensamble del Método Suzuki (FFyH) dirigido por Leila Airut.

La plaza de la memoria
La propuesta ganadora se estructura en base a un algarrobo nativo que existe en el lugar y un grupo de sillas vacías que se disponen a su alrededor. “En el simbolismo de la escena aparece la idea de la clase pública”, sostienen los autores del proyecto. En este sentido, las sillas dispersas destacan el vacío en una clase pública, una de las formas más tradicionales de protesta en el sistema educativo argentino. “Cuando las clases se hacen públicas y salen al parque y a la calle se revive un espíritu colectivo de lucha social que la última dictadura no ha podido desaparecer”, enfatizan los jóvenes ganadores.
Entre los fundamentos, el jurado subrayó “la singular conformación de un espacio simbólico para la memoria, a partir de un objeto cotidiano como la silla”. “El valor plástico y la disposición en planta de las sillas –especifican Cismondi y Nazareno- hace que el concepto de monumento en esta plaza se disgregue en pluralidad. Es una invitación al peatón a vencer esa distancia tácita y ser parte de la escena, a sentarse en ella, vivenciarla en un modo íntimo de reflexión y memoria”.
Otro de los aspectos evaluados como positivos por el tribunal fue la incorporación de nuevos árboles al espacio verde ya existente, lo que le imprime “calidez y escala espacial al conjunto”, indica el dictamen. “Incorporamos al proyecto el cambio y el crecimiento, es decir el tiempo, plantando árboles hoy para que mañana nos asombren”, señalan los estudiantes.
De acuerdo con las bases del concurso, uno de los requisitos era incluir en la propuesta una placa testimonial y un monumento recordatorio donde figuren los nombres de todos los miembros de la comunidad universitaria muertos y desaparecidos por el terrorismo de Estado. En este caso, se ubicaron tres sillas juntas frente al árbol, en cuyos respaldos se incluyó la nómina de desaparecidos.
“El trabajo es osado, desacartonado, pero respetuoso. No pasará desapercibido para la comunidad universitaria, que usa tan intensamente los caminos allí trazados”, aseveran los miembros del jurado. Además, destacan que “más que imponer una mirada cerrada sobre la memoria, la verdad y la justicia, la propuesta plantea interrogantes e interpela a los transeúntes”.

 

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