Historias y personajes

La colección von Hauenschild del Museo de Antropología

 

Es una de las colecciones arqueológicas más importantes de Santiago del Estero, la cual reúne más de cuatro mil objetos, entre piezas cerámicas, artefactos líticos y restos humanos. El ingeniero alemán Jorge von Hauenschild fue quien reunió esta colección entre 1928 y 1951. La UNC adquirió parte de estos objetos en 1948. Otra parte, que incluía su archivo personal (correspondencia, mapas, fotos y dibujos), fue donada al Instituto de Antropología en 1976. Alfilo dialogó con Henrik Lindskoug, un investigador sueco que estudió la historia de esta colección.

Henrik B. Lindskoug, más conocido como “Quike” en el Museo de Antropología, arribó a la Argentina en 2001 para trabajar en el proyecto arqueológico Pichao, desarrollado conjuntamente entre la Universidad de Gotemburgo y la Universidad Nacional de Tucumán. El investigador sueco permaneció hasta 2006 en el norte argentino, mientras finalizaba su tesis de grado. “La gente del Museo de Cultura Mundial me recomendó venir a Córdoba, porque conocían el Museo de Antropología. Así llego acá en 2007, para hacer la pasantía en el Área de Conservación de las colecciones del Museo”, explica. Una vez radicado en Córdoba, y con vistas a finalizar su maestría en Museología, “Quike” se interesó en la historia del ingeniero alemán von Hauenschild, una persona olvidada en la historia de la Arqueología argentina, quien se radicó en el país en 1908 y realizó excavaciones en la provincia de Santiago del Estero desde fines de la década de 1920 hasta su muerte en 1951.

“Es una colección interesante, que otra gente había comenzado a trabajar, pero no había algo sistemático. Hay mucha documentación y tiene más de cuatro mil objetos en total”, comenta Lindskoug. La colección cuenta con alrededor de 200 piezas enteras y luego hay lotes de fragmentos de cerámica, objetos líticos, en metal y también una colección de huesos humanos.

Archivos y documentos

El fondo documental es uno de los aspectos que le aportan gran valor a la colección. Esta parte de la colección llegó a Córdoba en 1976, donada por Emma Weigelt, sobrina de la esposa de von Hauenschild . “En esa parte, que podemos denominar como el archivo personal de von Hauenschild, había mapas, croquis, dibujos de artefactos y urnas, y material manuscrito. También había un anotador con recibos médicos”, dice Quike. La correspondencia se encuentra escrita en varios idiomas, principalmente, en español, francés y alemán. También se registra un intercambio de cartas con Suecia, ya que -como explica Lindskoug- durante la primera etapa del siglo XX había investigadores suecos que trabajaban en nuestro país. “Ellos tuvieron un temprano interés en el continente sudamericano”, afirma el joven investigador, quien explica que en el ex Museo Etnográfico de Gotemburgo, ahora denominado Museo de Cultura Mundial, hay una sección con colecciones de Argentina.

El fondo documental en el que trabajó Quike, incluye listados, inventarios, material bibliográfico (351 libros), manuscritos, cartas, fotos, recortes de periódicos, dibujos y también traducciones realizadas por von Hauenschild.

Coleccionismo

Previamente, la Universidad había adquirido -tras numerosas negociaciones- la primera parte de la colección. Von Hauenschild había montado un museo privado en su casa de La Banda y, en 1948, los objetos fueron trasladados a la UNC. Dado que la colección incluía casi 4000 piezas, el traslado debió realizarse en cuatro etapas según los documentos encontrados en el archivo. “De acuerdo a los documentos encontrados, en el traslado en camiones se empleó paja para proteger los objetos. No disponemos de fotos ni otros documentos que registren el transporte de la colección, ni sabemos si hubo daños o pérdidas en el envío. Es fácil imaginar que dadas las condiciones la posibilidad de que hayan existido daños es alta”, afirma Lindskoug en su investigación.

En su mayoría, la colección consiste en cerámicas, ya que los objetos de este tipo de material son aquellos que mejor se preservan en el registro arqueológico junto con los objetos líticos. “En esa época, había otras cuestiones que interesaban a los arqueólogos. Ahora trabajamos con micro-restos (como semillas, huesos, etc.) pero en esa época, lo que más interesaban eran los objetos grandes que se pudieran exponer en los museos”, comenta el investigador. Los objetos más grandes son urnas de cerámica y datan, aproximadamente, del 1200 hasta el 1400. “La moda de la época era coleccionar 'piezas maestras' cerámicas (master pieces), ya que ello otorgaba al coleccionista prestigio social y una posición destacada en la sociedad”, apunta. En este sentido, Lindskoug argumenta que la colección von Hauenschild fue formada en una época en que el coleccionismo era indiscriminado en muchas partes del mundo. Las instituciones y museos coleccionaban para fortalecer su posición dominante en el mundo.

-¿Por qué, en tus escritos le decís “huaquero” a von Hauenschild?

-La palabra viene del quichua. Es una persona “robatumba”. En términos arqueológicos, en el norte, es una palabra usada para nombrar a la gente local que va excavando y sacando objetos arqueológicos. Esto puede ser de manera consciente o no consciente. Para los arqueólogos, ellos destruyen. Los arqueólogos también destruimos el sitio arqueológico, cuando excavamos. Nunca más va a volver a ser lo que era, y sacamos los objetos. Pero, la diferencia es que el arqueólogo aplica un método científico. En cambio los “huaqueros” excavan y, normalmente, venden los objetos. Von Hauenschild cuando comenzó con su actividad era una suerte de “huaquero”. Desenterraba los objetos, no identificaba el contexto ni de dónde provenían. Con el tiempo, él adquirió otra visión de la arqueología, una visión más profesional.

De acuerdo con el análisis de Quike, la labor de von Haueschild fue adoptando, con el tiempo, rasgos de carácter científico. “En la primera época no hay mucha información de la procedencia de sus hallazgos. Después encontramos mucha más información, con dibujos de los lugares donde excavaban, las tumbas con la ubicación de las urnas dentro”, añade. En términos museográficos, la colección se ajusta a los criterios de definición de una “colección científica”, acorde a los avances de la época. “ Además, él mandaba pruebas a un laboratorio para analizar el tipo de arcilla con el que estaban compuestos los objetos. No había muchos arqueólogos que hacían eso en aquel entonces. Eran técnicas modernas para la época”, afirma. “El coleccionista pudo haber comenzado como un simple 'huaquero', según nuestra percepción actual, pero terminó trabajando como un profesional usando los métodos arqueológicos más modernos para la época”, concluye.

Fuente consultada: "En la sombra de la arqueología argentina: Jorge von Hauenschild y la formación de la colección von Hauenschild del Museo de Antropología (Universidad Nacional de Córdoba)". Henrik B. Lindskoug. Artículo publicado en la Revista del Museo de Antropología (UNC). Nº 1. Año 2008. Descargar artículo completo

La puesta en valor de las colecciones
Es una de las colecciones fundadoras del Museo. Tiene muchos elementos de cerámica y hueso. Hay una diversidad importante de materiales con los que están constituidos los objetos. No sólo está compuesta por elementos enteros, si no que hay restos de objetos y de huesos humanos que son evidencia de las primeras poblaciones que habitaron la región en distintos períodos.
En su investigación, Henrik Lindskoug estuvo indagando desde una perspectiva científica actual algunas cuestiones que, en su momento, no eran consideradas por la ciencia. Eso le da un valor contextual distinto a la colección. Uno de los criterios que tuvimos en cuenta a la hora elegir que se trabajara en esta colección, es la cantidad de elementos que reúne la colección: más de cuatro mil elementos, el valor de la información y la carencia de datos arqueológicos de la región de Santiago del Estero. No hay mucha información de esa zona ni fácil acceso a esos datos.
Nosotros trabajamos con registros por inventario, conservación y almacenamiento y con registros especiales para el armado de muestras. Por ejemplo, parte de esta colección está expuesta actualmente en la sala de Arqueología del siglo XIX del Museo de Antropología, también denominada "gabinete", porque representa un gabinete de arqueólogo de esa época. Entonces, buscamos que esos objetos estén resguardados y cumplan con las condiciones necesarias para que puedan ser expuestos y cuidados.
La colección tiene una historia importante de movimientos. En la primera parte, von Hauenschild viene a trabajar al Instituto y él mismo se encarga de inventariarla. Eso fue bueno. Pero posteriormente, con las dictaduras militares y las intervenciones en la Universidad , hubo una gran dejadez en cuanto al cuidado de las colecciones. La recuperación se retoma hace unos años, después del retorno de la democracia y el resurgimiento del interés por difundir todo esto que tiene que ver con el acervo cultural. Es una de las colecciones más grandes que hay sobre Santiago del Estero en un museo universitario.

Darío Quiroga - Técnico en Conservación
Reserva Patrimonial del Museo de Antropología (FFyH - UNC)

Biografía
Jorge von Hauenschild, originalmente Georg, nació en Tscheidt, Oberschlesien, Alemania, el 20 de Mayo de 1877, hijo de Max von Hauenschild.
Destinado a una carrera militar, entró a los 15 años en la escuela de cadetes Walstatt, pasando luego a Lichterfelde en Berlin. En 1895 obtuvo el grado de teniente, en 1903, abandona la carrera militar y comienza a estudiar ingeniería en Dresden durante los siguientes cinco años.
En Junio de 1908, arriba a la Argentina , obtiene su primer empleo como ingeniero del Ferrocarril al Pacífico en Buenos Aires. En Mayo de 1909, se casa en Mendoza con Paula (Paulina) Runge (1888-1972), hija de Don Alberto Runge. No tuvieron hijos, y von Hauenschild no tenía familia en Argentina. Aunque no se descarta que tuviera hijos ilegítimos. Paula tenía una hermana, Berta Regnat, además de su padre en Argentina . Berta tuvo por lo menos una hija, Emma Weigelt que más tarde participará en la historia de la colección. Von Hauenschild se quedó en Mendoza hasta fines de 1910, momento en que parte a Río Negro. Allí obtuvo tierras «vírgenes e inhóspitas convertidas en nuevas viviendas» . En 1911, se le otorga la ciudadanía argentina. Durante la primera guerra mundial ocupó puestos públicos en Río Negro y Neuquén. En 1920, se emplea en el Departamento Nacional de Higiene en una campaña contra el Paludismo en Santiago del Estero. Trabajó en los alrededores de la ciudad capital en distintas obras de saneamiento. Se mudó a la ciudad de La Banda en esa misma provincia. En 1925, comienza con un contrato en la Dirección General de Irrigación para realizar un estudio de aprovechamiento de las aguas del Río Dulce.
Hasta 1926, trabajó en varias obras de irrigación y defensa del Río Dulce. La mayor parte de la correspondencia entre la década del 20 y primera parte el 30, son cartas, facturas y diferentes estudios médicos realizados a von Hauenschild. En 1926, obtuvo un nuevo empleo como profesor en la Escuela Industrial de la Nación de Santiago del Estero, trabajo que conservó hasta 1948, cuando se traslada a Córdoba a trabajar lInstituto de Arqueología, Lingüística y Folklore «Dr. Pablo Cabrera» de la UNC.

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