Noticias al Pie

Un reconocimiento para
las Abuelas de la Plaza

“No somos mujeres especiales, somos simples madres a las que se les robó el hijo”, dijo Sonia Torres tras recibir la distinción (foto gentileza de Prensa de la UNC).

Hace 29 años un grupo de mujeres emprendió una lucha que aún no terminó. Ni acabará el día en que ellas no estén porque, seguramente, alguien levantará sus banderas y seguirá dando pelea, recuperando identidades robadas.

Las protagonistas de esa lucha, las Abuelas de Plaza de Mayo, recibieron un inédito reconocimiento de la Universidad Nacional de Córdoba. Fue el 13 de junio último, cuando Sonia Torres de Parodi recibió de manos del rector Jorge González el titulo de Doctor Honoris Causa en el Salón de Grados del viejo Rectorado de la calle Obispo Trejo. La entrega de la distinción fue solicitada por el Consejo Directivo de la Facultad de Filosofía y Humanidades.

Un acto conmovedor

La sala estalló en aplausos y ovaciones cuando Sonia ingresó junto a las autoridades de la Universidad y de la Facultad de Filosofía y Humanidades. Después de las presentaciones de rigor, la decana Carolina Scotto destacó la tarea llevada a cabo por Sonia y señaló que a través de ella se homenajeaba a todas “las madres y abuelas de nuestro país, desgarradas por la tortura y la desaparición de sus hijos y sus nietos, porque en sus luchas y compromisos constantes nos permiten ser mejores personas”.

También destacó que las Abuelas de Plaza de Mayo “nos han enseñado que la reconstrucción de nuestra memoria colectiva, en la que están incluidos los errores, las vergüenzas y los silencios, es ante todo una ardua y dolorosa rebelión contra esa perspectiva de espectadores en la que muy a menudo nos acomodamos”.

Con la distinción ya en la mano, Sonia expresó: "Con profunda emoción y en nombre de todas las abuelas, madres, familiares e hijos, recibo esta distinción que nos honra y fortalece nuestra lucha de 29 años”.

Y enseguida llegó el reclamo de rigor: el pedido de Justicia. Sonia  explicó que si bien existen “archivos, museos de la memoria y computadoras llenas de datos, lo que nosotros guardamos en nuestra mente y nuestro corazón es una historia mucho más humanizada, y así es como queremos que llegue a nuestros nietos; por eso le pedimos a la Justicia de Córdoba que acelere sus tiempos porque, inexorablemente, nuestros tiempos se acaban”.
Fue un acto tenso y emotivo a la vez. Los ojos de muchas personas estuvieron empapados de lágrimas, seguramente recordando a algún familiar o compañero desaparecido.

Una lucha imprescindible

El título de Doctor Honoris Causa fue solicitado por el Consejo Directivo de la FFyH a través de la resolución número 96/05 que destaca, entre otras cosas, “el inclaudicable trabajo y la imprescindible lucha que Abuelas de Plaza de Mayo (al igual que Madres de Plaza de Mayo, Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas e Hijos) llevan adelante y que ha permitido la recuperación de 73 niños nacidos en campos de concentración y apropiados por las Fuerzas Armadas, más el esclarecimiento de siete asesinatos de niños durante última dictadura militar”.

También dice que “gracias a la ininterrumpida denuncia social y jurídica de Abuelas de plaza de Mayo y los demás organismos de derechos humanos se ha logrado castigar parcialmente a algunos de los responsables de crímenes de lesa humanidad, genocidio y sustracción de niños”.

Por eso, el Consejo Superior de la UNC concedió la distinción “como reconocimiento y gratitud hacia su incansable tarea de recuperación de niños apropiados” y, a través suyo, hizo extensivo este reconocimiento “a todas las Abuelas de Plaza de Mayo de la República Argentina, que han hecho y hacen con su compromiso un país cada día mejor”.

En busca de la identidad

Sonia también dialogó con alfilo sobre el sentido de este reconocimiento. “Tiene un significado múltiple, no lo puedo definir en una sola palabra. Con estos actos se duplica o triplica la cantidad de jóvenes que acuden a nuestro local a averiguar su identidad”, señaló. También destacó que la Universidad “hizo un acto de Justicia, no solo con las Abuelas sino con todos los organismos de derechos humanos que hace 29 años trabajamos para que nunca más se produzca un golpe de Estado”.

Y en relación a la labor llevada adelante por Abuelas señaló: “No somos mujeres especiales, somos simples madres a las que se les robó el hijo, y cualquier mujer hubiese salido a la calle a buscarlos; primero a ellos y después a sus hijos. No hay nada especial en nosotros, solamente valorar que pudimos hacer algo para reivindicar la lucha, las ideas y los proyectos de esta generación que dio la vida por ello”.

Gracias al incansable trabajo de Abuelas muchos jóvenes recuperaron su identidad; seis de ellos hijos de desaparecidos o nacidos en cautiverio, y otra decena que encontró a su familia biológica, ya que habían sido dados en adopción por razones diversas.

El trabajo cotidiano consiste en la investigación de 30 casos de mujeres embarazadas, con 406 carpetas de denuncias y aportes de datos sobre chicos adoptados en situaciones irregulares, más otras 131 carpetas de casos que se investigan en procura de identificar el joven de que se trata, más unas 180 presentaciones espontáneas de jóvenes que, por su propia decisión, se acercan a Abuelas inquietos respecto de su verdadera identidad.

¿Quién es Sonia Torres?

Sonia Torres de Parodi es farmacéutica, egresada de la UNC y ex celadora de la Escuela Superior Manuel Belgrano. Además, es co fundadora de la asociación civil Abuelas de Plaza de Mayo y desde hace 29 años busca a su nieto. Un nieto que ya no es el bebé que soñó tener alguna vez entre sus brazos, sino un joven adulto que todavía no sabe quiénes son sus padres, ni sus abuelos.

El nieto que busca Sonia es hijo de Silvina Parodi y Daniel Orozco. Su hija y su yerno fueron secuestrados por civiles armados en su casa el 26 de marzo de 1976. Ese día comenzó su militancia y la búsqueda de su hija, su yerno y su nieto.

Silvina era egresada del Manuel Belgrano y al momento de su secuestro era estudiante de la Facultad de Ciencias Económicas y estaba embarazada de siete meses. Fue llevada al centro clandestino de detención de “La Perla” y allí, dos meses después, nació su hijo.

Cerca de la fecha de nacimiento de su nieto, Sonia se apostó en la Casa Cuna pidiendo que le permitieran ver a los bebés nacidos y, a escondidas, les revisaba las manitos y los rasgos para ver si encontraba algún detalle que le permitiera encontrar al hijo de su hija.

En julio de 2002 Sonia fue acusada por calumnias e injurias por Tránsito Rigatuso, interventor del Manuel Belgrano durante la dictadura. En el juicio resultó absuelta y además se probó que Rigatuso elaboró listas de alumnos y las entregó a autoridades militares. Todos los que figuraban en esas listas luego del golpe de Estado desaparecieron, entre ellos la hija de Sonia.

Entre los reconocimientos institucionales que logró, figuran una distinción concedida por la Legislatura de Córdoba en marzo último y otra otorgada la Municipalidad en el mes de abril.

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La intimidad de la película “Trelew”,
según su productor Juan Arruti

Después de un debate organizado por la secretaría de Extensión de la FFyH y la cátedra de Psicología Social de Cine, el asistente de producción de la película “Trelew”, Juan Arruti, dialogó con alfilo acerca de la realización del film.

El asistente de producción de la película “Trelew”, Juan Arruti, participó de una charla - debate que se desarrolló el 2 de junio último en el CePIA, coordinada por el director del Departamento de Cine Hugo Álvarez y la profesora Ana Correa, de la cátedra de Psicología Social de Cine.

Hermano de Mariana, la directora del film, Arruti se prestó a un interesante debate en el que se habló más de política que de cine. Sucede que los hermanos que impulsaron esta película mamaron la militancia desde la cuna. El padre de Juan y Mariana murió en 1973, en un accidente de tren, cuando volvía de una reunión del Partido Comunista. Además, militaba en el sindicato ferroviario.

La directora Mariana Arruti también tiene un mediometraje llamado “Los presos de Bragado”, contextualizado en la década infame, y otro titulado “1977, Casa Tomada”. Toda una línea vinculada a la historia política y social de la Argentina.

¿Cómo surge la idea de hacer una película sobre la masacre de Trelew?

Nace alrededor del año ’98, a partir de una nota del diario sobre la masacre. Entonces se pensó que no había nada hecho, salvo lo de Raimundo Gleyser. En la película se podía mostrar la otra parte de la represión: la parte militante, que es lo que nos interesaba. La influencia en el tema tiene que ver con factores políticos y personales. Nosotros hemos tenido padres militantes y nos criaron hablando del golpe de Estado del ’76, de la represión militar. La idea de la película es rescatar toda esa época de los ’70 que está enterrada en el olvido, incluso demonizada.

¿Cuándo empezaron con todo el proceso de la película?

En el año ´98 empezaron los primeros viajes y fueron en total 7 u 8. El trabajo se hizo sin saber si iba a estar finalizado. Se iba a hacer en video. Algún contacto con gente del INCAA y los cambios a nivel político fueron abriendo la posibilidad de pasarlo a fílmico y poder terminarla bien. El costo de la película es muy difícil de calcular porque fueron cuatro años y habría que sumar los panchos que se comió la gente que estuvo laburando, las gaseosas, las cervezas. El trabajo gratuito de un montón de personas, que ahora que va apareciendo algún dinero se va repartiendo.

¿Cuál fue el primer paso en la investigación del tema?

Se empezó con los protagonistas. Los sobrevivientes eran los dos puntales para comenzar la película, ellos eran Vaca Narvaja y Gorriarán Merlo. A partir de allí se trabajó con la gente de Cultura de Trelew, con Juan Arturi, que figura como coordinador en Locación y que nos abrió las puertas en Trelew.

En la película aparecen varios personajes que son difíciles de conseguir ¿les costó mucho trabajo lograr declaraciones?

Vaca Narvaja y Gorriarán Merlo quisieron hablar del tema enseguida. En el caso del segundo, estaba detenido por los hechos de Tablada y fue dificultoso conseguir los permisos para el ingreso. En el caso de algunas personas de Trelew también fue difícil, porque tenían miedo a represalias. Era un tema tabú para ellos, como es el caso de los guardiacárceles; un conscripto, que cuenta toda la represión que vio en la base y el empleado de la funeraria. Este último es el testigo clave porque es el único que no es miembro de las Fuerzas Armadas que ve los cuerpos. Es una valentía enorme del tipo, probablemente hace 10 años todavía no lo hubiera hecho.

¿Cómo fue el acceso a las locaciones como el penal y la base?

Se pidió permiso para entrar a la base pero no hubo acceso porque esta en actividad y en el penal solo se pudo filmar en algunas partes. En el caso del aeropuerto, está a 15 kilómetros del penal que se encuentra en Rawson, está totalmente deshabilitado y abandonado.

Una de las frases pintadas en las paredes del aeropuerto dice “22 de agosto comienzo del horror” ¿Creen que fue realmente así?

No lo pintamos nosotros, ya estaba. De alguna manera esa fecha marca la decisión de las Fuerzas Armadas de ir a fondo con la cuestión. Trelew aparece como una bisagra, y la masacre es una provocación que las Fuerzas Armadas le lanzan a los grupos armados. Entonces creo que sí, ese fue el comienzo.

Uno de los puntos más controvertidos de esta historia es cuando el avión levanta vuelo y los otros guerrilleros quedan en el aeropuerto ¿A partir de la investigación, qué pudieron encontrar?

La investigación y los testimonios que pudimos conseguir confirman las versiones. Se podía frenar el avión, lo que pasa es que no se podía ignorar la toma del penal y del aeropuerto. En ese sentido la maniobra de aterrizaje no era fácil y se podía frustrar todo. La pregunta ahora es ¿qué hubiera pasado si llegaban a tiempo los otros 19 y se hubieran ido? Seguramente la represión hubiera sido dentro del penal y los muertos hubieran sido otros porque alguien  tenía que pagar. Si bien en la película no se cuenta, dentro del penal los maltrataron a todos, incluso a los presos comunes.

Con respecto a las imágenes de archivo, la FFyH tiene presencia de alguna manera porque algunas escenas son del CDA.

Sí, hay varias que son del archivo de Canal 10; también hay imágenes inéditas del funeral. Las filmó una persona desde la ventana de su casa y se las llevó en el año ’76, cuando salió del país. No lo revisaron y hoy están en la película cedidas gratuitamente. Además, hay una pequeña reconstrucción, cedida por Pino Solanas, de La hora de los hornos.

¿Cuáles son los recursos cinematográficos que emplean?

Está contada en tiempo real. El motivo es para que se vaya viviendo paso a paso la fuga del penal, con la ansiedad y la adrenalina de ese momento, incluso sabiendo lo que va a pasar.

¿Qué pasó con la participación de la Armada?

Queríamos que estén todas las voces; la idea era abrir el debate y por eso les pedimos unas reuniones; las hubo, pero la Armada no quiso participar. Dijeron que su versión era la oficial y ahí terminó la conversación. El silencio también es una respuesta.

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María Fux en Desafiarte

La bailarina y coreógrafa estuvo en Córdoba en la presentación de Desafiarte, una actividad desarrollada por la secretaría de Extensión de la FFyH y la Fundación Arcor para promover e incentivar el trabajo artístico con los niños y jóvenes con capacidades diferentes.

“Todos somos iguales y diferentes”, repite a cada momento María Fux, bailarina y coreógrafa argentina de trascendencia internacional. Creadora de la Danzaterapia, desde hace 50 años realiza un trabajo integrador en el que reune en sus clases a alumnos down, sordos, débiles mentales y personas con dificultades.

Con 82 años, Maria Fux continúa bailando y enseñando, tanto en su Escuela de Danzas, en la Argentina, como en el resto del mundo. Sus giras artísticas y pedagógicas la llevaron a Polonia, Estados Unidos, Israel, Moscú, Italia, España, Portugal, Perú, México, Brasil, Colombia, Bolivia y Cuba.

En este caso, la prestigiosa danzaterapeuta estuvo presente el 27 de mayo último en la presentación de la “Capacitación artística Desafiarte 2005”; una actividad desarrollada por la secretaría de Extensión de la FFyH y la Fundación Arcor. En esa ocasión, María Fux brindó sus conocimientos a los docentes que trabajan con niños y jovenes con discapacidad. Pero antes dialogó con alfilo:

“Todos somos semejantes y con dificultades corporales distintas; tenemos mucho miedo al paso del tiempo y también a los conflictos que tenemos en la vida. La danza es una forma de ir al encuentro de los sí puedo del cuerpo; yo introduzco elementos creativos que han nacido en el teatro a través de mis espectáculos y a través de mi vida como persona y artista”.

Con respecto a las personas con discapacidad, dijo que “podemos tener igualdad en la educación pero todos somos diferentes; desde la concepción venimos de padres diferentes”, y agregó que lo que ella trata de hacer es “que la gente tenga la posibilidad de poder crear con su cuerpo, sentirse mejor y adaptarse a este mundo donde es siempre señalado. Trato de que la Danzaterapia ayude a esto”.

¿Qué es Desafiarte?

La iniciativa Desafiarte se enmarca en el programa “Eventos artísticos especiales”, que desarrolla Fundación Arcor y se propone “incentivar y promover las expresiones artísticas en las que tengan activa participación niños y jóvenes con necesidades especiales”. Los primeros encuentros se llevaron a cabo el 27 de mayo, con la presencia de María Fux en la Escuela de Teatro “Roberto Arlt”, en la Ciudad de las Artes, y el 27 de junio. El próximo se realizará el 3 de agosto en la sala Luis de Tejeda del Teatro del Libertador con la participación de los técnicos del teatro y entendidos en la materia.