Opinión

Ex rectores, candidatos a diputados

Los diarios de estos días nos traen noticias que pueden servirnos para el saludable ejercicio de la reflexión; aunque sea un pensamiento de aproximación, signado por el ritmo de la aparición / desaparición de los temas en debate en la "agenda pública". Y en la agenda de hoy figura la presentación de las listas de candidatos a diputados nacionales de los partidos políticos más importantes, de cara a la elección de octubre próximo.

 

Una cordobesa de nacimiento y porteña por elección, es candidata en Córdoba y no en Capital Federal, por decisión del Presidente de la Nación. La concejala socialista no entró a la lista del Intendente, va junto con hoy alicaídos ex protagonista. Un notorio cronista radial (yo lo recuerdo comentándole al "Negro" Brizuela en que club se inició el crack que acaba de entrar a la cancha) es uno de los candidatos - estrella de la lista oficialista. Otra periodista, de larga y coherente trayectoria previa, nos dice que se sintió, primero, sorprendida ante la propuesta de su candidatura y, luego, se dijo "¿por qué no?". Un ex concejal, ex intendente, actual ministro nos dice, en ensayada frase: "Acepté el desafío".


Buscamos con fruición más "famosos"... ¿Dónde están los actores, cantantes, deportistas? Nada de eso. Esta vez aparecen las "personas de estudio", los ex rectores de universidades públicas... Debe, entonces, tratarse de algo más serio.

 

Una relación estrecha


La Universidad y la política (partidaria o no) han estado siempre estrechamente vinculadas. No es nuestra intención realizar un recorrido histórico, sino simplemente mencionar ciertos "momentos fuertes" de esa relación.


En los años del difícil proceso de construcción de un aparato estatal, las elites gobernantes prestaron atención a las Universidades por su rol formador de cuadros dirigentes y su papel en la imposición de discursos dominantes. Ni qué decir que la Reforma de 1918 hilvanó con la disputa de nuevas contra viejas elites.


En Córdoba, hasta bien entrada la década del ‘40, hombres de la Universidad como Deodoro Roca y muchos otros, eran referentes constantes del debate político. La ruptura entre el mundo universitario y los sectores populares, típica de la etapa del peronismo histórico, comenzó a superarse con la "peronización" de ciertas franjas de las clases medias y la "radicalización" de sectores proletarios que se dio en los 60/70.

 

La UNC fue, en esa década de pasiones desatadas, escenario de disputas que, clima de época, estaban lejos de ser meramente simbólicas. Así mismo, la represión del terrorismo estatal de la última dictadura fue particularmente intenso en nuestras aulas.
La UNC también vivió la "primavera democrática" de los 80'  y el progresivo otoño que caracterizó la colonización de sus estructuras -tal como sucedió con el estado provincial y municipal- por la Unión Cívica Radical: Franja Morada y una figura que hoy reaparece, Francisco Delich, son, quizás, los representantes arquetípicos de esa etapa.


Los 90' menemistas trajeron a nuestras mediterráneas aulas los debates que se daban allende los mares. Excelencia Académica, Evaluación Externa, Planes FOMEC, Doctorados "A", "B", "C", Categorización, sonaban más fuertes que financiamiento, exclusión, destrucción de lo público. Tal como en el país, en las aulas miramos para otro lado cuando aparecían los costos de la "fiesta". 

 

Figuras mediáticas


¿Qué intentamos decir con esto? Una verdad de perogrullo: la Universidad no está escindida de su contexto social. No puede hacerlo aunque se empeñe en cerrar los ojos a lo que la rodea.

 

Hoy son épocas de política "mediática", donde las redes clientelares son más importantes que las organizaciones militantes. Hoy las encuestas, los sondeos de opinión, el marketing político en general, sustituyen al debate ideológico.


Hoy las distintas expresiones partidarias se distinguen poco unas de otras y casi no hay disputas de sectores sociales antagónicos tras de ellas. Hoy un candidato a diputado, por ejemplo, no es tal por su talento militante, su capacidad intelectual, o por ser expresión de un sector social, sino porque está "instalado" en la gente.


En ese marco, las universidades cordobesas, y la UNC en particular, también tiene algo para ofrecer: "figuras públicas". Entre periodistas o deportistas, aparece un ex rector (o dos, si consideramos también al ex titular de la Universidad Nacional de Río Cuarto, Alberto Cantero); un ex rector de la UNC, que además fue rector de la UBA y -muestra de su gran “ductilidad”- también fue legislador e incluso presidente de la AFJP del banco oficial de la provincia: el ya mencionado Delich.


Flaco consuelo nos queda: aunque todo parece estar perdido, todavía, trajinando estas aulas, también se puede llegar a ser diputado.  

 

Prof. Leandro Inchauspe

Sec. Asuntos Estudiantiles FFyH