Sonia busca

Sonia-3
Fotografía: Natalia Roca

Sonia busca. Se levanta y busca. En las cajas que llenó de recortes de esos diarios que le mentían y no. En las fotos de su vida. En los pliegues de su mente y de su piel. En los sueños de sus noches cortas. Sonia es esa Sonia que hace mucho ya no es sólo Sonia: es de la legión de mujeres que escarban en la tierra, en el aire, en lo que se dice y no, buscando los hijos que les crecieron en el vientre. En el propio y en el que le alcanzó a acariciar a Silvina antes de que se la arrebataran con un embarazo de más de seis meses. Sonia es sus 83, casi 84 años; la que busca ahora y antes. Cuando golpeaba puertas. Las de los asesinos. Las de los cómplices. Las del Arzobispo. Las de una sociedad que a veces la aplaude y otras la ignora. La que busca y no para. Ni para vivir ni para morir. Su vida es ya una balada para no morir. Un canto de cisne que no piensa concluir hasta que ese nieto llegue. Hay cientos de jóvenes que desean ser sus nietos. Y hasta quienes lloran por no serlo. Y están también quienes se burlan de su deseo y se le ríen a oscuras. Desde la impunidad cloacal de una Internet que da para el bien y el mal. Que alimenta la banalidad de los banales. Sonia aprende los códigos de los chicos. Le encuentra la vuelta a computadoras, a Facebook, y replica al infinito las imágenes de esos hijos que ya no están: Silvina Parodi y Daniel Orozco. Y de esa pancita arropada en el vestido blanco que llevaba al nieto que es su razón para seguir. Sonia es su casa. Y los rincones que están llenos de ella y de ese otro hijo: Luis, el amado Luis. Ese a quien el asma le robó y que nunca, pero nunca debió haber muerto. Sonia es su farmacia. Los nietos. Y una familia que la acompaña. Sonia es el atentado cobarde una noche de 2006; y el juicio que le entabló el delator de sus hijos en el 2002. Sonia es el “no-me-importa-la-muerte-de-Videla-yo-sigo-buscando”. Es la esperanza puesta en cada llamada. Es ésa que jamás será una anciana. La que ven en las marchas, con su pancarta llena de la sonrisa de Silvina, de sus ojos de cervatillo en el mismísimo día de su casamiento con Daniel. Sonia es la del clavel rojo: ése que lleva como la “bailaora” de una fiesta a la que nunca soñó asistir. La que apenas respira cada vez que se les pregunta por las embarazadas a los sobrevivientes de los campos de concentración en los juicios por crímenes de lesa humanidad. La que conoce centímetro a centímetro cada maldito centímetro de La Perla y del Buen Pastor y del Campo de la Ribera. La que esperó a la salida de los jardines de infantes, las escuelas y las universidades. La que aún hoy, de vez en vez, (per)sigue a alguno que otro joven por la calle cuando ve en sus rostros algún rasgo que le recuerde a sus hijos.

Déjenme que les cuente de Sonia como si no la conocieran. Como si fueran extranjeros o extraterrestres. Sonia es ésa: la mujer-legión a la que le arrancaron la vida, los hijos, un nieto y todavía sigue. Y por seguir es quizás la farmacéutica más vieja de Córdoba. Aunque jamás envejecerá. Porque los que esperan no envejecen. Se quedan así, suspendidos en el tiempo a la espera de que sus queridos regresen. Las Madres, las Abuelas lo saben: los hijos atan a la tierra. Por eso siguen acá. Y seguirán. A menos que un huracán las derrumbe. Pero los huracanes no pueden contra el amor, que es noble, inamovible como las rocas profundas que guarda la tierra. Y Sonia es una roca.

Por Marta Platía

8 comentarios

  1. Veo a Sonia cotidianamente. En unas elecciones en las que me tocó el honor de ser presidente de mesa, nos llevó facturas. En sus ojos el amor es infinito.

  2. Amo a Sonia..ella es mi ejemplo para cuando me parece que no puedo mas…y sigo ..porque tambien soy abuela y pude sentir su dolor..como el de otras madres y abuelas que he abrazado y que buscan como ella Tambien nosotros buscamos..ojala’ sigamos encontrando!!

  3. sonia es madre, abuela , es un ser fuera de serie!! ejemplo de vida. tambien soy vecina y verla por ahi caminar en su mundo, pensativa, es una hermosa!!

  4. Admiro a las madres y abuelas son valientes.luchadoras incansables. Buscando sus hijos…sus nietos …cono pedasos de rompecabezas de un enorme corazon. El de madres a Sonia siempre la cruzo x alguna calle ..en el super…y me da ganas de abrazarla y decirle cuanto la entiendo

  5. Sonia es la representación del amor de una madre de convicción y lucha, esa misma lucha en la que creíamos los que éramos jóvenes idealistas en aquellos años ; equivocados o no pensábamos que el cambio era posible
    Mi admiración y respeto eterno Sra ojala pronto podamos festejar la recuperación de su nieto .
    Mi respeto y admiración siempre Sonia abz

  6. Aveces necesitamos con urgencia justicia, y que bueno seria que apareciera su nieto/a , como a todas las que esperan aun..abrazo a una referente del amor y la lucha

Dejar una contestacion

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.


*